Ciclismo a fondo

A PICO Y PALA

Miguel Ángel Chico En el ciclismo, como en la vida, casi nunca se obtiene la recompensa buscada por mucho empeño que le pongamos a la tarea. Hay millones de personas que montan en bicicleta, de los que unos pocos cientos logran competir profesionalmente. Pero prácticamente nadie alcanza a cumplir sus sueños, en especial si estos son elevados. Tanto rollo para decir que me alegro de veras por todo lo que le está sucediendo a Felipe Orts. El alicantino está en la cresta de la ola. Es una estrella mundial del ciclocross, respetado por sus rivales y venerado por los aficionados, y no sólo los españoles. Hasta el entendido público belga aprecia el tremendo mérito que tiene llegar hasta la cima del CX desde un país con menor tradición y se vuelca con él en los circuitos. Nadie le ha regalado nada a Felipe. Se lo lleva currando de lo lindo desde hace un montón de años, saliendo a competir sin complejos fuera de nuestras fronteras y sin darle importancia a los resultados a corto plazo. Sus éxitos de hoy son fruto de las decisiones acertadas de ayer y del trabajo en silencio a pico y pala. El sexto puesto en la Copa del Mundo de Benidorm Costa Blanca, que no deja de ser una actuación notable, quedó en segundo plano ante el homenaje que le brindaron los aficionados. Se merecía un baño de masas de este calibre, el mejor colofón a su descomunal temporada, a la que aún le queda el broche del Mundial. Por otro lado, no me cabe ninguna duda de que sabrá asimilarlo y seguirá con los pies en la tierra. Fernando Belda Ainara Hernando Luis A. Gómez José V. Gisbert. Seguir leyendo